Nada más ni nada menos que Erótica…La erótica indecible, la reprimida pero que nos
vuelve a visitar, la de la locura y la muerte, la del amor, la salvaje, la de la ordalía que
asustó a Breuer y desafió a Freud.
El psicoanálisis ha hecho de la erótica la materia y el corazón de su práctica. El arte del
analista dependerá de las posibilidades de encontrarse con ella, alojando los modos
singulares e inéditos en los que se presenta en la experiencia analítica.
Frente a las mutaciones de las subjetividades en esta época y las encrucijadas
políticas, sociales y éticas que se abren proponemos un espacio de interlocución que
integre la perspectiva psicoanalítica sobre la erótica y sus derivas en el sujeto.
¿Podemos articular un saber en relación al erotismo? ¿Qué de lo sexual, la
sensualidad, el amor pueden interrogarse con ella?
La erótica freudiana inaugura una nueva episteme y funda el campo del sujeto de
deseo, de lo inconsciente, alejando la sexualidad de lo natural y ampliándola a una
pulsionalidad polimorfa, en la que el objeto es contingente. Así la vida pulsional anuda
fantasías inconscientes, marcas de deseo, que no están determinados
voluntariamente por el sujeto, sino que lo determinan y a pesar suyo.
El erotismo pone a la vida en cuestión. Después de todo solo nosotros los humanos
hacemos de la sexualidad una actividad erótica, una hendidura en la sensualidad,
fuente de placer y del dolor.
¿Cómo pensamos los excesos en la erótica? ¿Cómo se articulan placer, peligro y dolor?
¿Cuáles son nuestros dispositivos para tal escucha?
Entendemos que lo erótico es el modo en que cada quien se arregla con lo sexual, con
la alteridad, con la diferencia, con la falta. ¿Sería el polimorfismo la forma en que
desde el psicoanálisis se ha nombrado a la diversidad?
El campo del erotismo supone transitar la oscuridad, un resto enigmático, como
aquello que escapa y desafía al saber. Si el psicoanálisis sabe algo es que no hay saber
sobre el goce, que lo eduque, lo dirija o lo normatice. Nos interesan sus
desplazamientos y sustituciones como formaciones del inconsciente. Sus errancias…
como lo señalan las derivaciones en su etimología, errabundo, errar… Que nos llevan
al deseo, a lo infantil actualizado en el escritor creativo, al arte en sus posibilidades
sublimatorias; a la erótica como parte de la creatividad humana.
Las prácticas contemporáneas nos llevan a interrogarnos cómo juegan las lógicas del
mercado, su rol en el mundo erótico tanto en la escena pública como privada,
incorporando las “boutiques eróticas” a nuestra cotidianeidad. ¿Cómo se han
privilegiado algunas vías pulsionales, como voz y mirada, en la erótica de los
cuerpos, en esta era digital?
¿Habrá lugar para cualquier manifestación de Eros en la contemporaneidad? Cuál
sería? ¿Y la investidura erótica del otro, en cuanto objeto amoroso?
Eros, es amor y espanto…éxtasis y horror. Es un desafío descifrar las formas más
destructivas, como goce mortífero, en la crueldad, en la cosificación del otro.
Esperamos abrir un espacio para interrogar la violencia, los modos de dominación, y
atravesar discursos normativos que crean taxonomías de razas y sexos, tan
presentes en nuestra América Latina.
Deseamos que el tema sea un estímulo para la escritura, para textualidades que
atraigan la complejidad de lo erótico. Para permitirnos otras errancias y otros
caminos de lecturas.
Abrimos la convocatoria para enviar sus propuestas de trabajo. Estas deberán ser
dirigidas a:
revistacaliban.rlp@gmail.com o editorescaliban@gmail.com
La fecha límite para enviar los trabajos será el 20 de octubre de 2022.