Carolina García1

Muy bienvenidos. Quiero agradecer al Centro Cultural de España, este hermoso lugar que nos recibe hoy. Compartimos la emoción de poder encontrarnos y celebrar, un desafío esperanzado que nos propusimos cuando aún era todo muy incierto.

Estamos muy felices de recibir a los amigos que vinieron del exterior. También muy agradecidos por el apoyo de los queridos colegas de APU. A Raya, Mariano queridos compañeros de ruta y referentes incansables.

Los movimientos solo son posibles desde esa apuesta que nos viene siempre del otro, para ir un poco más allá. Hace que sigamos aún así, hoy, juntos, en este proyecto de una publicación latinoamericana de psicoanálisis, como es Calibán.

Llegamos al número 20 y 10 años con el tema Cómo haremos para vivir juntos. Tenemos el número fresquito en nuestras manos y es irremplazable el objeto libro para suscitar ese especial placer por la lectura, el placer por el texto.

La portada y sus páginas, nos llevan a la artista Cristina de Middel, con la serie Afronautas, imágenes fotográficas de astronautas africanos, en trajes galácticos y paisajes desérticos, creando una atmósfera sugestiva e incierta. De Middel recrea el sueño, en los años 60, de llegar a la Luna y convertir Zambia en una potencia espacial. Esta serie, que es muy anterior a la pandemia, parece la imagen distópica de nuestro tiempo, como un sueño hecho realidad.

Llevados por la potencia de la obra, podemos introducir la pregunta ¿Habitar o dominar?: trabajo del sociólogo Christian Laval, en la sección El Extranjero, para pensar con otras disciplinas nuevos paradigmas que aseguren los bienes comunes. Somos los contemporáneos de un capitalismo con lógicas de apartheid, donde la mayoría son excluidos, y América Latina sigue siendo la más desigual e injusta.

A lo largo del número, intentaremos una articulación posible y contingente del sujeto y el lazo social. Pensaremos el sujeto y el lazo analítico en los desafíos de nuestro tiempo. Los trabajos de la sección Argumentos navegarán en estos bordes.

Así también se abre un espacio para pensar el sufrimiento que enfrentan aquellos equipos que se dedican a lo que la sociedad excluye.

Transgresión en análisis abre el debate de Vórtice, con un tema que pone en tensión lo normatizado en nuestra práctica.

Fue Barthes quien preguntó, desde su curso ¿Cómo vivir juntos(1976-1977/2002), “¿De quién soy contemporáneo?”, alojando la dimensión espacial y también temporal en la cotidianeidad. No hay respuestas simples a estas interrogantes barthesianas. Los efectos de sentido cronológico son ilusiones ópticas, y solo la relación con el propio cuerpo es igual de imaginaria. En la heterogeneidad de tiempos convivimos con otros y con los espíritus del pasado, fantasmas y espectros. Habitamos la discordancia, el contratiempo en cada época histórica, y el conflicto trabaja en estas grietas.

Desde Freud, nos son familiares estos tiempos resignificados, tiempos lógicos del sujeto. El concepto de fijación da cuenta de esta dimensión; el tiempo pasó, pero no el sujeto con él. Lo intempestivo es la materia de nuestro trabajo.

Desde esta perspectiva, quienes coinciden con su época no son contemporáneos. Contemporáneo es aquel que es capaz de hacer una lectura de su tiempo, como una exigencia a la que no puede dejar de responder. Aquel que puede escuchar el trueno inaudible, las cesuras, los silencios. Es tambien la exigencia de nuestra revista si quiere ser contemporánea. Escuchar el trueno inaudible.

Muchos de los acontecimientos más terribles de la violencia del siglo XX fueron tratados con indiferencia e ignorados por sus contemporáneos, y la entidad de la violencia fue captada con gran retraso. Fueron pocos quienes pudieron reconocer esas cesuras, como el gulag, Auschwitz e Hiroshima, como señala E. Traverso. Figuras como Freud, H. Arendt, T. Adorno, W. Benjamin, forzados a emigrar, fueron sismógrafos sensibles, con un privilegio para interrogar la época desde el punto de vista de los vencidos.

Las migraciones y las culturas de diáspora, como la judía y la negra, han tenido un papel relevante en el siglo pasado. Así, la cultura de la diáspora negra fue una red compleja de migraciones teóricas y de intercambios políticos. Se inscriben en él el concepto de negritud y una nueva concepción del colonialismo. La supremacía blanca heteronormativa y el racismo arraigados en las violencias coloniales son estructurales y precisan ser interrogados.

De aquí que Discriminación sea el tema propuesto por la sección Incidente. ¿Cómo haremos para vivir juntos en nuestras casas analíticas?; se han iniciado debates profundos en algunas de nuestras instituciones, voces emergentes que interpelan el modo en el que inciden e insisten el racismo y la segregación en nuestras instituciones.

El siglo XXI se inicia con el eclipse de las utopías, luego de una era de violencias y revoluciones que naufragaron. Aun así, imaginar una sociedad deseable, sigue desvelándonos. Utopía es la invitación de Dossier.

Textual nos trae una entrevista de Mariano Horenstein al dramaturgo uruguayo Sergio Blanco. En una conversación arriesgada y muy íntima, Blanco habla del psicoanálisis, atravesado por esa experiencia, y nos dice más de lo que nosotros como psicoanalistas sabemos.

la obra del analista brasilero Hélio Pellegrino, es revisitada por Clásica & Moderna. El trabajo es un aporte valiente para cuestionar lo apolítico, la neutralidad y el silencio de los analistas en nuestras instituciones.

Ciudades Invisibles vuelve con una nueva crónica, esta vez de Panamá.

En estos tiempos de gran dolor por la pérdida de tantos seres queridos y colegas, tenemos el compromiso de sostener las palabras y el recuerdo ante duelos muy traumáticos y colectivos. De Memoria está dedicada a las colegas Mónica Armesto y Marlene Araújo.

Calibán celebra sus primeros diez años. Una década no es poco para una publicación. Ponerla en pie y hacerla andar ha sido posible con un gran trabajo colectivo. La obrería calibánica es el trabajo de un equipo cada vez más grande y más cosmopolita. Es un trabajo artesanal, de una manufactura editorial a gran escala.

Calibán, se edita en portugués y español, la traducción ha sido un pilar desde el principio, alojar la lengua del otro, la alteridad. Traducir también al inglés para darnos a conocer al mundo.

Es también el trabajo dedicado con los diseñadores, buscando la imagen visual de cada número. Y hacerla avanzar gracias a los movimientos artísticos de nuestro tiempo y región. Artistas maravillosos y de prestigio, como Cristina De Middel, Boltanski, Hugo Aveta, Oscar Muñoz, W. Kentridge estuvieron en estos últimos números, haciendo de cada revista una pieza única.

Calibán es una suma de estilos, de esfuerzos, de deseos, con la mirada puesta en producir un contenido crítico, diverso y plural que enriquezca nuestra disciplina.

Carolina García Maggi
Editora en jefe de Calibán, RLP

Notas

Notas
1 Presentado en la celebración de Calibán en su décimo aniversario, Montevideo, mayo de 2022. ¿Cómo hicimos para vivir juntos?

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